Pintor, no hay camino, se hace camino al pintar…

Hay retratos que los tengo claros en mi cabeza desde que los veo por primera vez. Sé precisamente lo que quiero lograr, lo sé con toda exactitud, pero no tengo ni idea de cómo hacer para alcanzar el resultado. Así que me pongo a ello y voy improvisando. Lo peor que me puede pasar es que lo tenga que reciclar :), que no sería la primera vez.

En este caso tenía claro el título del cuadro, Vanitas Vanitatis, lo que me llevó al fondo, no del asunto, sino del cuadro. Qué fondo le pongo. Pues uno que tenga que ver con la vanidad. Y qué mejor que las plumas de pavo real. Pues ahí me ves haciendo un collage con unas maravillosas servilletas que tenía de hace años esperando su momento estelar. Yo soy muy de Diógenes, de ir recogiendo cosas que me puedan servir para algo. En este caso eran servilletas compradas, pero por ahí tengo mantelillos de papel chulos de algún restaurante que algún día verán la luz…

Una vez hecho el fondo, también tenía claro que quería un algodón de azúcar para el pelo, pero un algodón que no fuera nada ñoño, rosa fosforito para contrastar con ese fondo tan rococó. El pelo luego lo fui endulzando y suavizando con un rosa más palo con la técnica del esponjismo, que no creo que haya inventado yo, pero que desde luego no he copiado a nadie. Si estás interesado en saber más, me escribes y te cuento. Y luego, dorado para los brillos de esa chaqueta tan barroca, por supuesto. Hasta aquí todo acrílico, que para darle caña a los colores no hay nada mejor que lo artificial.

Así que una vez llegada a este punto, el resto fue cosa de coser y pintar. O mejor dicho, de pintar y pintar, al óleo para más señas y de forma clásica y ortodoxa (por favor, que mi maestro Luis Azón no lea esto…), dentro de mis escasos clasicismo y ortodoxia.

Aquí abajo os dejo alguna foto del proceso. Sed libres y hacer lo que os dicten las ganas. Eso sí, tened siempre claro en vuestra cabeza el resultado que queréis alcanzar. Si lo hacéis así, el camino siempre es divertido de recorrer.

Podéis encontrar esta obra en el catálogo, haciendo clic en este enlace.