La “performance” (literalmente “actuación” o “representación”) es una de las formas más controvertidas del arte contemporáneo. Desde nuestro mayoritario desconocimiento de sus mecanismos, nos atrevemos a juzgar y criticar una manifestación que, en realidad, pocos o muy pocos han tenido ocasión de presenciar y vivir en directo.

La performance, junto con el conceptualismo, comenzaron a tomar forma en la década de los sesenta del siglo pasado. Una de sus máximos exponentes, la serbia Marina Abramovic, recibirá en octubre el premio Princesa de Asturias de las Artes 2021. Esta es una de las razones, junto con mi casi completa ignorancia respecto a esta modalidad artística, que me han llevado a la lectura de “Derribando muros”, editado en español por Malpaso Holdings (2020), un libro que no puedo dejar de aconsejaros a todos aquellos por los que, de alguna u otra forma, corra el arte por sus venas. Pero también a un público más amplio, abierto y sin prejuicios, que disfrutará como yo lo he hecho de esta entretenida, absorbente y clarificadora autobiografía en la que Marina, muy acostumbrada a desnudar su cuerpo en público, desnuda sin miramientos su alma.

He tomado nota de algunas citas que me gustaría compartir, pero os invito a añadir las vuestras y a opinar sobre lo que os sugieren.

Arte y artistas

El arte debe perturbar, debe hacer preguntas. Solo las capas de significado pueden dotar de vida al arte.

Solo me interesa el arte que puede cambiar la ideología de la sociedad. El arte que solo se compromete con valores estéticos queda incompleto.

El arte debe ser parte de la vida. El arte pertenece a todos.

Ser artista es poseer una libertad inmensa.

Los fracasos son muy importantes para mí. Siempre pongo en duda a los artistas que tienen éxito en todo lo que hacen. Pienso que se están repitiendo y no están asumiendo el riesgo necesario. Si experimentas, debes fracasar.

Performance

La esencia de la performance es que el público y el artista realicen la pieza juntos.

El proceso es más importante que el resultado.

Lo que haces no es importante. Lo importante es el estado en el que lo haces.

Para alcanzar un objetivo debes darlo todo, hasta que no quede nada. Entonces todo sucederá por sí solo. Ese es mi lema para cada performance. Doy cada gramo de energía y luego las cosas suceden o no. Por eso no me importan las críticas.

El dolor y la muerte

El dolor se parece a una puerta sagrada que lleva a otro estado de consciencia. Cuando llegas a la puerta, el otro lado se abre.

La gente se sorprendía por el dolor que les brotaba. Las personas sentimos mucho dolor y siempre intentamos contenerlo, y si reprimes el dolor emocional durante mucho tiempo, se convierte en dolor físico.