/  Inspiración   /  De huesos, cornamentas, calaveras, inspiración, exposiciones y… Georgia O’Keeffe
De qué animal proviene este hueso es un misterio todavía sin resolver. Quizás sea un pequeño demonio.

De huesos, cornamentas, calaveras, inspiración, exposiciones y… Georgia O’Keeffe

Hace un par de años, en el cauce seco de un riachuelo en la comarca del Alto Tajo (Guadalajara), nos encontramos con dos mini ¿cráneos?/¿esqueletos? de algún pequeño animal. Como siempre que puedo (lo habitual son huesos más prosaicos) los recogí y una vez en casa me puse a estudiarlos. Incluso los publiqué para ver si alguien me daba una pista sobre de qué animal podían ser. Todo en vano. Al final me apeteció pintarlos en rojo y en magenta, respectivamente, y se unieron a mi colección de “cosas curiosas” con una apariencia de pequeños demonios que hoy acompañan a Buda en un improvisado altarcillo en mi estudio.

Tengo también un asta de ciervo con un baño dorado que me parece ideal y media calavera (todavía sin procesar) junto a la cafetera del estudio (ja, ja, si eres aprensivo mejor no tomes el café conmigo). En nuestra casa de Villaoril (Ibias) hay bastantes más cráneos de pequeños carnívoros que hemos ido encontrando por la zona. En fin, ¿os suena ya suficientemente friki o sigo contando?

Lo cierto es que siempre me ha fascinado la aparición de huesos (sobre todo cráneos) en muchísimas obras de arte, esa combinación entre algo tan tangible con la belleza efímera que se refleja, por ejemplo, en muchos rostros.

Pues bien, parece que no soy la única que encuentra en estos objetos un motivo de inspiración. El primer viaje post-pandemia fue a Madrid para ver la Exposición en el Museo Thyssen Bornemisza de la grandísima pintora estadounidense Georgia O’Keeffe. Conocía algo de su obra, sobre todo sus flores y paisajes, pero no me acordaba (al menos de forma consciente) de sus paisajes con cráneos. Parece ser, según este vídeo informativo del museo, que Georgia los recogía en sus paseos por Nuevo México y luego los utilizaba en sus pinturas. A ella le interesaba sobre todo la representación e interpretación del paisaje a través de esas cuencas vacías o de los huecos existentes entre los huesos y así lo plasmó en numerosas obras.

La exposición de Georgia O’Keeffe estará en el Thyssen hasta el 8 de agosto y merece mucho la pena, sea o no sea por las calaveras. En cuanto a mi modesta obra, estoy pensando en incorporar alguno de mis huesos fetiches en una futura exposición. Si no gustan, al menos darán qué hablar 😊.

Deja un comentario