/  Muy Personal   /  Se busca estilo. Razón: Artista desesperada

Se busca estilo. Razón: Artista desesperada

El otro día me dijo un amigo que era capaz de reconocer mi estilo a la legua. Poco tiempo después me comentó una conocida que una obra en cuestión no era para nada mi estilo. A continuación me consultaron sobre la posibilidad de hacer un retrato, pero el cliente quería saber “el estilo” que iba a utilizar…

Los artistas nos pasamos la vida buscando nuestro propio estilo. Aquello que nos diferencie y  nos haga reconocibles. Nuestra marca indeleble en la obra que permita la inmediata identificación. Esto es un Miró. Esto es un Matisse. Esto es un Puturrú de Fua.

La cosa es que, según los que de esto entienden, el estilo no se busca. Simplemente se encuentra (salvo que en lugar de artista seas un genio del marketing, que haberlos, haylos). Y puede que no haya solo un único estilo. Puede que vaya cambiando, evolucionando y transformándose hasta convertirse en algo bastante alejado del original. Uno puede reconocer un Picasso cubista con relativa facilidad, pero seguro que solo un experto en la vida del genio podría reconocer alguna de sus primeras obras y atribuírsela sin lugar a dudas.

El arte es un reflejo de la personalidad del artista, pero también existen una serie de condicionantes académicos, de formación, de educación, de cultura, que hace que nuestros inicios (los de la mayoría) sean bastante anodinos. Imitamos obras de los artistas que nos gustan, intentamos progresar en la técnica, aprender procesos, pero solo cuando se va “olvidando lo aprendido”, soltando lastre y dejando que nuestra intuición y voluntad propia guíe nuestra mano, solo entonces se empieza a vislumbrar eso que llamamos nuestro estilo.

Yo creo que existen ciertas características que se repiten en mis obras, incluso que se repiten demasiado. Pero de vez en cuando me entra una venada y decido hacer algo diferente porque me llama, porque me apetece, porque tengo un mal día o porque la luna está en menguante. Y esas obras, que a veces desaparecen y otras tantas perviven, son mi estilo con tanto derecho como aquellas otras que suelo repetir con más asiduidad.

Eso sí, si no te convencen mis argumentos y algún día vas por la calle y tropiezas de repente con mi estilo, ten a bien comunicármelo de forma inmediata. Se ofrece recompensa (siempre y cuando mi estilo merezca la pena…)

Deja un comentario