A mí me fascinan los retratos de Velázquez, pero más que sus grandes obras de reyes, batallas e infantas, me apasionan los bufones, los personajes secundarios, aquellos que el Maestro trata con dignidad de príncipes y con la genialidad que solo un par de pinceladas suyas pueden conseguir. Pero también me apasiona el claroscuro de Rembrandt, la veracidad de sus rostros, el dominio de luces y sombras, de dorados y penumbra. Y para rematar el trío de los preferidos (y con permiso de Ribera), Franz Hals, retratista por excelencia, capaz de conseguir rostros espontáneos y fabulosos en pocos minutos. Un pintor que igual trabajaba para los ricos mercaderes holandeses que por una jarra de vino al primero que se lo sugiriese. Si no habéis visto obra suya, no puedo más que recomendárosla. ¿Es posible captar tanto con tan pocas pinceladas?

Volviendo al presente, Pierre Gonnord, el fotógrafo francés afincado en España, es otro de mis preferidos en cuanto al dominio de la luz en sus retratos y en cuanto a los personajes elegidos para sus series. Hay pandilleros, gitanos, mineros, ancianos, discapacitados, niños, vagabundos… A todos los trata con el mismo mimo y sobriedad. Una iluminación sobria y un fondo oscuro que concentra todo el interés del espectador en el personaje, en su mirada, en su rostro y en su actitud. No hay trampa ni cartón en sus fotos. Solo el personaje desnudo frente al espectador.

He pintado varios retratos de Gonnord y siempre acabo con la sensación de que podría estar trabajando toda la vida y no podría conseguir el dominio del claroscuro de cualquiera de mis ídolos. Aun así, me gusta intentarlo y me gusta practicar. No es una temática popular, pero en el fondo me da lo mismo.  Cuando los pinto me siento libre y me siento yo, tengo la ilusión de mejorar en mi trabajo y eso es lo que de verdad me importa. Mis retratados me buscan por casa con su mirada y me hacen consciente de lo mucho que me queda por alcanzar, pero también de lo importante que es disfrutar del recorrido. Así que, en ello estamos, con Pierre Gonnord y sus fantásticos retratos, disfrutando del paseo. Algunas de las últimas obras están ya disponibles en el Catálogo (aquí y aquí)