Cuando la belleza se refleja en el rostro
Decía el genial Roald Dahl que cuando la gente alberga buenos pensamientos siempre es hermosa. Da igual cómo sean sus rasgos, que tengan la nariz más o menos grande o los dientes torcidos. Mientras cada día tengan buenos pensamientos, esas personas brillarán con luz propia y siempre serán bellas.
Yo tengo la inmensa suerte de retratar siempre personas bellas. Y aquí quería enseñaros tres de las penúltimas que he hecho: las madres de mis clientas y amigas, Luz y Ana Belén, y Sebastián (Sebas), un minero del pueblo de El Rebollar (Degaña-Asturias), que perdió la vida hace pocas semanas.
Por ellos tres brindo, y por la belleza interior, que siempre se refleja en el semblante.