
Colección Asturias de Mil Colores
Asturias, si yo pudiera, si yo supiera pintarte…
te pintaría del azul de tu mar embravecido, del color de la tristeza, del adiós del emigrante.
Dejaría un espacio, sólo uno, pero grande, para el negro del carbón y los ojos de un minero,
y otro hueco, en el recuerdo, para el ocre de la lluvia (de esa que llovía antes).
Luego me sorprendería como cada primavera con el verde de tus pastos,
con el blanco de tus nieves, de esas ermitas que alumbran la mirada de la mar.
Pintaría una torre de oro ante nubes de tormenta, vigilando sin descanso
los pasos de la Regenta, en una noble ciudad que despierta de la siesta.
No olvidaría tus costas, las playas con sus casetas,
y los puertos con sus barcas y cubos de la memoria.
Te pintaría mezclando los colores de su gente: de la abuela del pañuelo,
del ciclista del Angliru, de andarines de los montes, de vendedoras de sueños.
Pintaría a los que pintan, a esos artistas que crean cada día un arco iris,
y también a los que cantan y cantaron melodías que nos llenaron de luz.
Buscaría algún contraste, tipos duros –duras vidas-
y me pintaría a mí misma, tomándome mi café.
Bocetaría en dos trazos un caballo en una cueva y galoparía en otro
-todo viento, todo arena- allá donde muere el Sella.
Pintaría vacas que sacan la lengua, osas que no se esconden, estatuas de caramelo,
manzanas a tutiplén y galerías rojas, rojas de roja madera,…rojo sangre o rojo inglés.
Si yo supiera pintarte,
Asturias de mis colores,
Asturias patria querida,
Asturias de mis amores.








































Mi intención es promover la interacción entre espacios urbanos y el mundo rural utilizando para ello mi pintura. En este nuevo proyecto expositivo se mezclan el folklore y la tradición popular con el espíritu transgresor y revolucionario de conocidos artistas y gente corriente. Cuadros a modo de stories de Instagram que recogen pedazos, retales, de cultura popular, de fiestas, personas y espacios.
He priorizado, como es habitual en mi obra, el retrato y el color, para crear un mosaico de imágenes parciales que se pueden disfrutar desde un nivel puramente estético y divertido hasta un nivel más profundo que lleva a la reflexión y a la búsqueda: búsqueda de espacios comunes entre campo y ciudad; y de aspectos que suman y se complementan en lugar de excluirse.
Mi proyecto tiene las raíces en mi tierra pero extiende sus ramas hacia lo universal. No busca encerrarse en unas tradiciones fijas e inamovibles sino que, desde el respeto por la historia y el legado cultural, crea redes, relaciones y puntos de encuentro con el resto del mundo a través de un “Neorruralismo Pop”.