Ref: 5820
Título/Title: La Pereza
Colección/Collection : Los Siete Pecados Capitales
Técnica/Technique: Acrílico sobre papel pintado sobre lienzo en bastidor
Tamaño/Size: 55cm de alto x 46cm de ancho
Año/Year: 2020
Precio/Price: 4.500 Euros (Colección completa, siete unidades)
Disponible/Available: SÍ
Otros: El precio incluye marco. Coste del envío no incluido. Consultar
El monje Evegrio hablaba de ella como la Acedia, pero viene a ser lo mismo, el perezoso es aquel que no se ocupa diligentemente de sus deberes. Veamos la descripción que de tal individuo nos da el monje asceta:
Cuando lee, el acedioso bosteza mucho, se deja llevar fácilmente por el sueño, se refriega los ojos, se estira y, quitando la mirada del libro, la fija en la pared y, vuelto de nuevo a leer un poco, repitiendo el final de la palabra se fatiga inútilmente, cuenta las páginas, calcula los párrafos, desprecia las letras y los ornamentos y finalmente, cerrando el libro, lo pone debajo de la cabeza y cae en un sueño no muy profundo, y luego, poco después, el hambre le despierta el alma con sus preocupaciones.
Sustituye libro por televisión, y párrafo por anuncio, y tenemos al perezoso o perezosa de hoy día. Quién no se siente identificado. Quién no reconoce la pereza en sí mismo. Quién no lo ve como el vicio más perdonable de todos cuantos estamos abordando. La mayoría de las personas a las que he preguntado, han optado porque este pecado sea su número uno. Y prácticamente la totalidad coincide en que es el más venial de todos ellos. Hay quien dice incluso (amigo Carlos) que gracias a la pereza se evitan otros pecados mayores. Y no le falta razón.
Cómo veo yo la pereza. Pues como miembro de pleno derecho de la cofradía de la diligencia, no me reconozco en ella, y antes de tener la imagen en la cabeza sabía que tenía que ser gris y marrón, sombría. Para reforzar mi convencimiento recurrí una vez más a Eva Heller, que no se corta un pelo al afirmar que el marrón es precisamente el color de la pereza y de la necedad. ¿Qué color caracterizaría mejor a los apáticos que el marrón? Pues si lo combinamos con el gris, que es un color apático y sin fuerza, tenemos el acorde perfecto para definir la pereza cromáticamente.
Me faltaban dos cosas todavía: seleccionar la imagen y la técnica. La segunda surgió de forma casual, mientras estaba empapelando una pared de mi estudio. El papel imitaba ladrillos blancos sobre un fondo de cemento gris, y me pareció ideal para pegarlo sobre el lienzo y utilizarlo de soporte y fondo para la escena. Esta casual elección definió asimismo la imagen a representar entre varias que tenía preseleccionadas. Si bien es cierto que el proceso posterior me llevó a un fondo gris opaco en el que no se aprecia el ladrillo, la técnica utilizada, de aguada de acrílico hace que en determinadas zonas del lienzo se perciba parte de esa textura que, yo creo, resulta muy interesante y apropiada. Los churretes y las manchas ayudan a simular un cuarteado del rostro, un envejecimiento de la piel que recuerda a una estatua antigua que languidece (de pereza) en un jardín abandonado.